"Si alguno de vosotros, nenas, sale de esta isla, si sobrevivís al entrenamiento, seréis como armas, ministros de la muerte, siempre en busca de la guerra. Pero hasta ese día sois una cagada. Lo más bajo y despreciable de la Tierra, ni siquiera algo que se parezca a un ser humano. Sólo sois una cuadrilla de desgraciados, una panda de mierdas inútiles pasadas por agua. Como soy muy duro, sé que no voy a gustaros, pero cuanto peor os caiga mejor aprenderéis. Soy duro pero soy justo y aquí no hay ninguna intolerancia racial, no desprecio a nadie porque sea negro, judío, latino o chicano. Aquí todos sois igual de insignificantes. Y mis órdenes son acabar con todos aquellos que no sean capaces de dar la talla en mi amado cuerpo. ¿Me entendéis, capullos?".
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